Haciendas y Bodegas Spuche de Lacy, es una empresa dedicada exclusivamente a la creación de vinos, cavas y licores naturales, que nace con la finalidad de satisfacer la creciente demanda de vinos procedentes de agricultura ecológica y elaborados artesanalmente.
En torno a un 19% del mercado global del vino en 2014, según los datos de Organic Monitor, está representado por el vino ecológico; considerándose uno de los nichos de mercado más prometedores.
Los consumidores de los países desarrollados se muestran cada vez más interesados por los productos naturales procedentes de la agricultura ecológica y con procesos de elaboración artesanal por diversas razones: los efectos positivos sobre la salud humana; el respeto al medio ambiente, a la biodiversidad y a la sostenibilidad de los recursos; la comunicación con la naturaleza y el propio hábitat; la supervivencia y continuidad de la cultura y tradiciones de cada país; y, finalmente, la alta calidad, mayor expresividad y valor añadido de estos productos.
El consumidor de vino natural mantiene una actitud específica y en tendencia creciente: la búsqueda de productos alimenticios, - y el vino es uno de los protagonistas de la dieta Mediterránea - , que no se incluyan dentro del perfil masivo, homogeneizado e industrial de la oferta predominante. El nuevo consumidor aprecia un producto saludable, bien hecho, auténtico, expresivo en su degustación, de sabor natural e intenso. Además, considera la trazabilidad y la sostenibilidad como algo indispensable en todo proceso de elaboración.
Comer y beber trasciende el mero placer y necesidad, para convertirse en un acto de comunicación con la naturaleza y con la propia cultura y tradición; los vinos naturales son vinos con paisaje y con alma propia.
¿QUE ES UN VINO NATURAL?
El Reglamento num. 479/2008 de la Comunidad Europea en su anexo IV, “Categorías de productos vitícola” define el vino como: “el producto obtenido exclusivamente por fermentación alcohólica, total o parcial, de uva fresca, estrujada o no, o de mosto de uva”.
No hay que confundir vino natural con vino ecológico. Éste último es el elaborado con uvas procedentes de agricultura ecológica, cuyos principios son: abonar los campos con abonos orgánicos naturales prioritariamente de origen vegetal, prohibiendo los abonos minerales –en especial los nitrogenados- así como la quema de restos del cultivo, que impide la conservación de la flora microbiana del suelo.
No todo el vino ecológico es vino natural; pero sí todo el vino natural debe proceder de agricultura ecológica. La diferencia está en la intervención humana.
La tendencia a la producción de vino natural comienza a desarrollarse en la década de los 70 en Italia y Francia, desde donde se extiende al resto de Europa y a Estados Unidos. Es una tendencia que reivindica la producción de vino regida por las normas de la no intervención: vinos elaborados sin abusar de los productos de síntesis ni de productos enológicos autorizados para “mejorar” la uva enferma. Vinos, en definitiva, realizados a partir de uva sana, seleccionada y equilibrada, recogida manualmente y procedente de rendimientos voluntariamente limitados y ajenos a uso de herbicidas, productos fitosanitarios o abonos químicos de síntesis.
A partir de aquí, todos los procesos se realizan a la antigua usanza: sin aditivos, sin productos químicos que corrijan o rectifiquen la acidez o el exceso de agua y sin levaduras comerciales que aceleren su fermentación o sulfitos que contribuyan a su conservación. En muchos casos se practica el cultivo biodinámico, tratando las viñas con infusiones vegetales (como valeriana, lavanda o manzanilla) y siguiendo los ciclos marcados por el Calendario Lunar de María Thun –días hoja, raíz, flor y fruto- para mejorar la calidad del viñedo y de todo el proceso de elaboración del vino, incluyendo el embotellado.
El resultado es un vino con sabor a naturaleza concentrada, intenso y expresivo; un vino “del terruño”, con todo el sabor que le confiere el suelo, el clima y el entorno natural del viñedo, y muy importante: no provoca resaca ni tiene efectos nocivos para el organismo.
A comienzos del siglo XXI se introduce en España la expresión vino natural por influencia francesa, sustituyendo a otras utilizadas anteriormente, como “vino auténtico”.
En 2005 se fundó la Asociación Francesa de Vinos Naturales y en 2008 la PVN (Productores de Vinos Naturales) en España.
Los consumidores de vino natural suelen afirmar que no distinguen un vino de otro dentro de la oferta de vinos convencionales; lo que no ocurre con el vino natural, a los que otorgan más sabor y más valor.
Las ferias en torno al vino natural, crudo o artesanal, están proliferando a la par que su consumo. Japón, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Reino Unido y Alemania se cuentan entre los principales mercados de exportación. Y por sectores, destacan los restaurantes gourmet, las tiendas especializadas (tanto en vino como en productos eco y bio) así como los circuitos de paladar selecto siempre a la búsqueda de sabores diferentes.
By Diana Marco.

















